Ayer por la mañana registramos una serie de escritos por medio de los cuales solicitamos al Área de Seguridad diversos Informes sobre varias actuaciones llevadas a cabo por agentes de la Policía Municipal que, en mi opinión distan mucho de lo que debe ser una policía de proximidad.
Han sido muchas las quejas de vecinos y vecinas de Pamplona y de personas venidas de fuera que han denunciado la actitud de algunos agentes de la Policía Municipal. No se entiende, por ejemplo, por qué la Policía Municipal impidió que el día 6 se introdujeran ikurriñas en la plaza del Ayuntamiento, bandera totalmente legal, y al contrario, se ponga en marcha una intervención de unos 20 policías, en plena Plaza Consistorial, instantes antes del txupinazo, en una actuación obsesiva, predemocrática y contraria a las libertades más básicas.
Asimismo, desde NAFARROA BAI hemos preguntado a la Concejal Delegada para que aclare si comparte y está dispuesta a tolerar que un individuo campe a sus anchas por la ciudad en plenas fiestas de San Fermín portando armas de fuego y símbolos franquistas, en referencia al sujeto que portó un arma durante la merienda de las peñas el pasado día 11. Considero que es intolerable en un Estado de Derecho que hombres armados hasta los dientes se adentren en una merienda popular como las de las Peñas y los responsables de Seguridad del Ayuntamiento y de la Delegación del Gobierno guarden un escandaloso silencio al respecto.
Es necesario que se esclarezca la actitud de algunos agentes el día 6, el día 7 durante la procesión, en las peleas después del partido de la selección, durante el “Encierro de la Villavesa” el día 15 o durante el concierto de Bertín Osborne, que, según señalaron varios testigos presenciales, hicieron pasillo para que la alcaldesa pudiera ver al cantante en primera fila, a pesar de que había personas que habían cogido sitio desde hacía horas.
En cualquier caso, no son esos los únicos casos de actuaciones irregulares que se han dado por parte de la Policía Municipal, que existen más casos graves, que se conocen y actualmente se están investigando.
Lamentablemente una vez más el tándem Barcina-Santamaría ha llevado a la Policía Municipal a una situación insostenible, donde los agentes reciben ordenes de realizar actuaciones más propias de la policía política de UPN que de lo que debería ser un servicio público a la ciudadanía.
En este sentido, y debido a la proliferación de este tipo de actuaciones, la imagen social de la Policía Municipal ha quedado dañada precisamente por el empecinamiento de Barcina de usar a la Policía Municipal en su propio beneficio político. Hay que recordar que esto se podría haber impedido si el PSN no hubiera virado el rumbo para apoyar a Barcina y mantener a Santamaría al frente de la Policía Municipal.
Por último, desde Nafarroa Bai tenemos que repetir que es necesario un cambio de modelo en la Policía Municipal que traiga aire fresco al cuerpo y que implante una policía democrática, moderna y de proximidad. (argazkia: http://laverdadmeestajodiendo.blogspot.com)
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