Antes de nada mostrar la total solidaridad con los familiares y amigos que han sido detenidas la pasada madrugada.
Es evidente que las detenciones que se han producido la pasada madrugada en diversos puntos de Euskal Herria hacen caso omiso al contenido del Acuerdo de Gernika. Frente a las mismas hay que invocar y reivindicar todos y cada uno de los Derechos Humanos, y, en base a ellos, hay que reivindicar que todos y cada uno de los derechos civilies y políticos deben poder ser disfrutados por todas las personas.
Es (siempre lo ha sido) momento de trabajar por la pacificación y por la normalización política. Es (siempre lo ha sido) tiempo de vías exclusivamente civiles y políticas. Por lo tanto es (siempre lo ha sido) tiempo de abrir de par en par las puertas a la política. Eso exige que toda aquella persona que lo desee tiene que poder hacer política en defensa de los proyectos y de las ideas que crea más justas. Esa es la única manera de profundizar la democracia.
Por eso, es (siempre lo ha sido) tiempo de exigir al Estado español al cumplimiento íntegro del Acuerdo de Gernika.
Y en especial, por los tristes y vergonzosos antecedentes que hemos tenido que padecer, es tiempo (siempre lo ha sido) de que se pongan todos los medios y garantías para que los derechos humanos y fundamentales de las personas detenidas sean escrupulosamente respetados. Y para ello se ha demostrado esencial alzar el periodo de incomunicación.
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