TARTUFOS

Ayer Asun Casasola, amatxo de Nagore Laffage, había organizado una concentración en recuerdo de su hija, que como es conocido fue aseinada el 7 de Julio, en plenos Sanfermines, por un psiquiatra pamplonés cercano al Opus Dei, según se ha podido saber. Asun es una de las mujeres más fuertes y más enteras que he conocido. Admiro su tenacidad y su firme petición de justicia. Justicia para su hija Nagore, que también será justicia para las más de 60 mujeres que han sido asesinadas en lo que llevamos de año, así como para todas aquellas que día tras días tienen que sufrir el acoso y la violencia del cavernícola con el que no les queda más remedio que con ¿vivir?. Besarkada handi bat zuretako, Asun, eta eutsi gogor zureari, jende askorendako argia bilakatu baitzara.

Sin embargo no puedo dejar de pensar en todos los Tartufos que en el día de ayer acudieron buscando una foto bonita, una buena imagen para el telediario. Moliere es el autor de varias obras de teatro, entre las que destaca Le Tartuffe, que narra las andanzas de Tartufo, un hipócrita beaturron, un falso devoto, que, aprovechando una falsa apariencia de buen religioso, se gana la confianza de las buenas personas para aprovecharse de su buena voluntad, y sacar un provecho personal de la buena voluntad de los demás. http://www.toutmoliere.net/index.html. Pues bien, tristemente el mundo sigue lleno de Tartufos, y ayer pudimos ve a unos cuantos de ellos. Los mismos que están evitando que la imagen del asesino de Nagore salga a la luz, como lo está clamando su madre, los mismos que cuando propusimos que el Ayuntamiento de Pamplona se personara como acusación popular nos dijeron que dicha personación era un grave error, y tildaron la misma de "ligereza" diciendo cosas como que "una cuestión tan delicada que requiere un actuar mucho más prudente, riguroso y exento de errores" http://upn.org/content/view/2102/29/, y los mismos que en los debates en pleno donde algunos defendimos que la Ciudad de Pamplona se personara en el sumario para que se haga justicia, se negaron en redondo, y mantuvieron una actitud y un discurso de firme oposición al ejercicio de la acción popular por el Ayuntamiento de Pamplona, a esos mismos pudimos verlos ayer en primera fila buscando, sin duda, una buena foto, apoyado una causa que, cuando han tenido la oportunidad de impulsarla, se han negado. Tartufos.