A VUELTAS CON EL CALLEJERO

No ha pasado ni una semana desde que la mayoría del Pleno acordara retirar la denominación a la Plaza del Conde de Rodezno, y de que la minoría de UPN decidiera mantenerla. SIn embargo, Yolanda Barcina ya está escurriendo el bulto mediante la técnica de lanzar propuestas de campanario para esconder su mal actuar anterior. Por ejemplo, la que ha lanzado hoy de dedicar nombres de calles a víctimas de ETA. Barcina está queriendo tapar sus miserias y su incapacidad para desvincularse del franquismo tras el parapeto de las víctimas del terrorismo. Y a eso se le llama aprovecharse políticamente de las víctimas del terrorismo.

Vaya por delante mi solidaridad más absoluta con todas las víctimas, y mi rechazo y condena más contundente de todas las violencias, provengan de donde provengan. Precisamente por eso, creo que todas las víctimas de todas las violencias son merecedoras por igual de los honores y distinciones que la Ciudad pueda otorgarles. Por eso me parece bien que se les dediquen calles a las víctimas de ETA, pero siempre y cuando que las otras víctimas de otras violencias reciban el mismo trato. Las víctimas de la violencia de genero, las víctimas de la dictadura franquista o víctimas como German Rodriguez o Angel Berroeta (por cierto, dentro de tres días es el 5º aniversario de su muerte. ¿se acordará Barcina de esa víctima?) son igual de merecedoras que las víctimas de ETA de todos los honores y conmemoraciones por parte del Ayuntamiento de Pamplona. Todas las víctimas de todas las violencias deben ser recordadas en Iruñea, pero aplicando la igualdad de trato. Y sobre todo, evitando cualquier tipo de utilización política de las víctimas. Porque utilizar a las víctimas es querer beneficiarse políticamente de la violencia. Y las violencias, vengan de donde vengan, hay que estar en su contra, no aprovecharse de las mismas.