La propuesta desde el
Gobierno del Estado, desde la instituciones, de este tipo de medidas presentan
el ciclismo como una actividad peligrosa. Pero nada más lejos de la realidad.
ANDAR EN BICI NO ES PELIGROSO PARA LA SALUD. AL CONTRARIO, ES BENEFICIOSO PARA
LA SALUD. Cuando alquien circula con su coche, y tiene un accidente, es común
que se tenga un traumatismo en la cabeza. Sin embargo nadie plantea el uso
obligatorio del casco para ir en coche. Lo mismo si viejamos en Villavesa. Si
siguieramos hasta el final el argumento de obligar a llevar casco para
garantizar la seguridad, podríamos caer en el absurdo de obligar a correr el
encierro con armadura.
Además, como es evidente, el
casco no evita el accidente, únicamente protege frente a lesiones muy
concretas. Y eso sí es cierto. Protege y mucho. Llevar casco es muy importante.
Y ciétamente, la experiencia dice que llevar casco puede salvarte la vida. Pero
llevar casco no debe ser obligatorio.No nos engañemos, aunque el casco te
aporte seguridad, lo realmente peligroso no es ir sin casco. Lo peligroso para
las bicis son los conductores y conductoras de coches, camiones,
furgonetas...que no respetan al ciclista, que no guardan el metro y medio de
seguridad, que no ceden, que adelantan sin ningún tipo de precaución, que
invaden los arcenes, que aparcan en el carril bici, etc. Los conductores
irrespetuosos son el auténtico peligro. Sin embargo, nunca se ha planteado una
campaña especial para fomentar la convivencia en la calzada, y para fomentar el
respeto de los usuarios de la bicicleta. Desde aquí aprovechamos para
reivindicar la puesta en marcha de una campaña para reivindicar la posición del
ciclista y el respeto hacia los y las ciclistas urbanas. No se trata de obligar
al ciclista a usar el casco, sino de obligar, educar, enseñar y fomentar a los
conductores de vehículos a motor a respetar a los ciclistas. Por la seguridad
de todos y como principio básico de civismo, educación, convivencia y
modernidad.
El problema de obligar a usar el
casco es que es una medida que disuade de usar la bicicleta. Está comprobado, y
en todos los países donde se ha obligado a usar el casco así ha sucedido, que
cuando se impone el uso del casco obligatorio, el número de ciclistas desciende
de manera muy significativa. Por lo tanto, la imposición obligatoria del uso
del casco es contraproducente para el fomento de la bicicleta. Y en
consecuencia es contraproducente para la salud colectiva.
Y es que el número de
ciclistas tiene un efecto directo sobre el bienestar, la salud colectiva y la
seguridad en el tráfico y en concreto sobre la seguridad de los y las
ciclistas.
Empezando por la salud
particular de quien usa la bici, que encuentra una mejoría inmediata lógica,
por hacer ejercicio moderado rutinariamente.
Siguiendo por la salud
colectiva de la ciudad: cuantas más bicicletas circulen por nuestras calles,
menos coches lo harán. Por lo tanto, cuantas más bicicletas, menor será la
contaminación acustica y ambiental y mejores las condiciones ambientales de
Iruñea.
Además, está compropado que
cuando el número de desplazamientos en bicicleta supero el 10% del total de los
desplazamientos de una ciudad, la siniestralidad se reduce de manera
espectacular. Es decir. Cuantos más ciclistas circulen por nuestras calles,
mayor seguridad habrá en el tráfico. Por el contrario, cuantos menos ciclistas
circulen, nuestras calles serán más inseguras, desde el punto de vista del tráfico
rodado.
En consecuencia: si
obligamos a usar casco, disminuirá el número de ciclistas. Y en consecuencia
empeorarán las condiciones de salud particular de esos ciudadanos que no usen
la bici, empeoraran las condiciones ambientales de la ciudad, y empeorará la
seguridad vial. El uso del casco obligatorio puede ser perjudicial para la
salud colectiva y para la seguridad del tráfico.
Por lo tanto. CASCO
OBLIGATORIO NO. CASCO VOLUNTARIO SÍ, SIN DUDA. FOMENTO DEL USO DEL CASCO,
TAMBIÉN. PERO NUNCA IMPOSICIÓN. Debemos fomentar el uso de la bicicleta en los
desplazamientos diarios y debemos OBLIGAR a los y las conductores de coches a
motor a respetar al ciclistas y a convivir en la calzada. Hagamos de la calzada
un lugar seguro para las bicicletas. Es una cuestión de educación, respeto y
convivencia que, sin duda, redundará en beneficio de todas y todos y en
beneficio de Iruñea. Eskerrik asko.
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