Han comenzado ya las obras de rehabilitación del revellín de Santa Ana, en la Ciudadela (el más cercano al cruce entre Avda. del Ejército y Avda. de Pío XII). El proyecto, como es conocido, contempla el derribo del pequeño frontón que existe en los fosos. Frontón que se construyó cuando la zona la ocupaban las instalaciones deportivas de los militares, aprovechando la contraescarpa para la pared izquierda y el frontis. Cuando desaparecieron las instalaciones deportivas del ejército, a finales de los años 60, lo único que quedó de aquello es el frontón.
El frontón tiene un uso fluido y es, creo, un buen ejemplo de integrar el mantenimiento del patrimonio histórico-artístico de la ciudad, combinándolo con usos ciudadanos de ocio, en este caso deportivos. Fue el alcalde Balduz quien pretendió desarrollar los fosos como zona de esparcimiento deportivo creando al efecto unos caminos que recorren la estrella que dibuja la muralla, pistas de tenis, pistas de futbito y habilitando el citado frontón. Creo que ese criterio era acertado, porque es una buena manera de conseguir que el conjunto Murallas-Ciudadela-Vuelta del Castillo sean, además de todo un ejemplo de paisaje urbano y una joya de nuestro patrimonio cultural, una zona de ocio vecinal donde las personas, además de admirarlo con la vista puedan disfrutar del entorno haciendo un uso saludable de mismo y, en definitiva integrándose en toda esa gran zona verde que hoy es el conjunto amurallado. En unas jornadas que se han celebrado recientemente sobre el futuro y la recuperación del recinto amurallado de Pamplona, varios expertos han abogado por que el frontón se mantenga.
En este sentido, desde Nafarroa Bai hemos presentado una moción al Pleno de esta mañana en la que pedimos que se mantenga ese frontón de los fosos. Desgraciadamente UPN, PP y PSN han unido sus votos en contra de nuestra moción y favoreciendo que el frontón de los fosos sea demolido y desaparezca para siempre.
(argazkia: http://www.diariodenavarra.es)
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